CRÓNICA // Don’t Let Daddy Know regresó a Madrid
DLDK Madrid
Don’t Let Daddy Know regresó a Madrid siete años después.
La mítica fiesta de EDM volvió a reunir a amantes del género en la capital española.
El regreso de Don’t Let Daddy Know (DLDK) a Madrid desató una ola de emociones entre los amantes de la música electrónica. El evento, que tuvo lugar en IFEMA tras siete años de ausencia en la capital, reunió a algunos de los DJs más reconocidos del panorama internacional como Dimitri Vegas, Nervo, Oliver Heldens, Morten, Third Party b2b Matisse & Sadko o Robin Schulz, además de destacados talentos nacionales.

Desde el momento de la llegada, la organización demostró estar a la altura. Los accesos fueron fluidos en su mayoría, destacando el trato para los asistentes VIP por su comodidad. Por su parte, la entrada general se gestionó de forma correcta, sin grandes contratiempos, aunque podría haber margen de mejora en futuras ediciones.
Un aspecto que sorprendió gratamente fue la organización de las taquillas. Había una gran cantidad disponible y el proceso era rápido y eficiente, lo que permitió a los asistentes guardar sus pertenencias sin la necesidad de esperar largas colas como suele ocurrir en los servicios de ropero tradicionales.
El recinto, al estar montado dentro de un pabellón, limitó en cierta medida la magnitud de la producción, pero la organización supo sacarle partido al espacio. Aunque el escenario pudo parecer algo simple para algunos, cumplió su función, acompañado de un buen juego de luces y sonido que mantuvo la energía en alto durante toda la noche.

Las actuaciones de los DJs fueron el alma del evento. Third Party b2b Matisse & Sadko ofrecieron un set inolvidable, mezclando sus estilos de progressive house en una sesión que mantuvo la energía al máximo de principio a fin.
Robin Schulz continuó la noche con un set lleno de éxitos y transiciones impecables, dejando a los asistentes con ganas de más.
A continuación, Oliver Heldens sorprendió con su mezcla de house y future house, además de su vertiente techno de HILO, aportando una atmósfera única que mantuvo a todos en movimiento.
Dimitri Vegas encendió la pista con su energía contagiosa y una selección de temas explosivos que hicieron vibrar a todo el pabellón. Casi finalizando la noche, Morten llevó la experiencia a otro nivel con sus potentes beats y su característico «future rave», que hizo temblar el suelo del pabellón.
Por último, Nervo, con su carisma habitual, combinó melodías pegajosas y ritmos intensos que hicieron saltar a la multitud sin parar.

Un punto positivo que no pasó desapercibido fue la oferta gastronómica. La presencia de varios puestos de comida dentro del pabellón fue una agradable sorpresa, permitiendo a los asistentes recargar energías sin tener que salir del recinto.
En definitiva, DLDK Madrid 2025 fue un éxito en términos de organización y ambiente. Aunque hubo pequeños detalles que podrían mejorarse, el evento dejó claro por qué es uno de los festivales de música electrónica más esperados a nivel mundial. Sin duda, una experiencia que los asistentes recordarán y que deja la puerta abierta para futuras ediciones en la capital española.