CRÓNICA \\ Distortion Ø 2025
Distortion Copenhague
Distortion Ø 2025: ambiente idóneo, buena música y ambiente envidiable.
Refshaleøen se convirtió en una rave colosal al aire libre.
El fin de semana del 6 y 7 de junio, Copenhague vivió uno de sus momentos más vibrantes del año con Distortion Ø, el cierre monumental del festival Distortion que, como cada año, transformó la isla industrial de Refshaleøen en una rave colosal al aire libre.
Desde que comenzó el atardecer del viernes hasta bien entrada la madrugada del domingo, miles de personas se sumergieron en una experiencia sensorial que combinó beats electrónicos, arte visual, instalaciones, y un espíritu de libertad que solo puede nacer cuando la música y la ciudad se fusionan con tanta fuerza.

Los escenarios, perfectamente integrados en el entorno postindustrial y natural, ofrecieron propuestas muy distintas. El Forest Stage propuso un ambiente inmersivo rodeado de vegetación artificial, luces cálidas y sets envolventes; por allí pasaron artistas como Marlon Hoffstadt y Funk Tribu el viernes. Fue allí donde Peggy Gou protagonizó uno de los sets más recordados del festival el sábado por la noche, seguida de un público absolutamente entregado.
En el escenario Rave, de estética más cruda y contundente, Kobosil descargó techno sin concesiones el viernes, mientras que Ki/Ki y Alignment se apoderaban de él el sábado. Además, el escenario Sunrise regaló momentos mágicos con el amanecer como telón de fondo con artistas tan destacados como Innellea o Adam Ten y Mita Gami.
La programación de artistas fue una selección meticulosa de lo más fino del techno, house, trance melódico y sus múltiples ramificaciones. El viernes destacaron nombres como Marlon Hoffstadt, el live set elegante de Isolée, y la propuesta híbrida de Axel Boman. El sábado, en cambio, fue el turno de Alignment, la explosiva energía de Bad Boombox, la intensidad hipnótica de KI/KI, y el épico b2b entre Adam Ten y Mita Gami, que hizo explotar la pista principal con una mezcla de tech-house groovero, ácido y ritmos globales.

Más allá de la música, Distortion Ø supo ofrecer espacios de pausa y comunidad: zonas chill con alfombras y hamacas, barras con cócteles bien servidos, puestos de comida con opciones veganas y locales, y una atmósfera relajada en la que lo ecléctico y lo rudo convivían.
Además, la iluminación jugó un papel clave: humo, rayos láser, proyecciones sobre estructuras metálicas y árboles decorados con luz tejieron un universo paralelo. La conexión entre público y artistas fue total; se notaba que, para muchos, esta era más que una fiesta: era un ritual, una celebración compartida.

Refshaleøen, con su mezcla de pasado industrial y paisaje abierto al mar, volvió a demostrar que es el lugar perfecto para cerrar una semana tan desbordante como la que propone Distortion.
El espíritu de comunidad, la energía liberadora y la calidad sonora hicieron de Distortion Ø 2025 una edición inolvidable, con Copenhague rugiendo entre bombos, sintetizadores y gritos de alegría hasta que el sol volvió a salir.